Cada vez es más habitual, que los padres o los centros educativos, opten por poner a sus niños una toga (o una muceta), en el acto de graduación, olvidando las muchas ventajas que tiene el uso de la beca (como la beca de fieltro que aparece en la foto).
La beca, en primer lugar, forma parte de la indumentaria colegial de este país desde sus orígenes, mientras que la toga se asocia más desde sus orígenes a la formación superior y universitaria.
La beca es, más cómoda para los niños, ya que una vez que se les ha sujetado a la espalda con un par de imperdibles, les deja toda libertad de movimiento. Bastante entretenimiento tienen con la borla del birrete.
La beca es fácil y económicamente personalizable con el logotipo del centro bordado.
Y por último, la beca es muchísimo más económica que la toga, ya que un metro y medio lineal de fieltrina (un sucedáneo del fieltro), cuesta en una tienda especializada, sobre los 6 a 8 euros, y da un rendimiento de 7 a 10 becas dependiendo del ancho.
Por otro lado, el uso de la beca por parte del fotógrafo que realiza la orla fin de curso, tiene las mismas o similares ventajas a las anteriormente enumeradas.
Si pese a todo, queréis gastaros el dinero en unas togas, no dudéis en pedirnos presupuesto, aunque no olvidéis que a veces menas es más y mi recomendación personal es que utilicéis becas de fieltrina en vuestro acto de graduación.
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Jose Luis (miércoles, 29 marzo 2017 17:27)
Sobre gustos no hay nada escrito, entiendo como más práctico y barato lo que decís, pero será por las películas americanas, a mi, para los chicos de instituto, me gusta más la toga larga hasta los pies, que la beca.